Lectura de partituras: Familiarízate con el pentagrama, las notas y los símbolos musicales.

Técnica de dedos: Practica escalas y ejercicios para mejorar la agilidad y la coordinación.

Ritmo y tiempo: Aprende a contar y seguir el pulso de la música, usando un metrónomo si es necesario.

Teoría musical: Entiende conceptos básicos como acordes, intervalos y progresiones armónicas.

Escucha activa: Escucha música para identificar patrones y estilos que te gustaría tocar.

Improvisación: Experimenta con crear tus propias melodías y acompañamientos.

Paciencia y constancia: Dedica tiempo regularmente a la práctica, y no te desanimes si no ves progreso inmediato.

Uso de recursos: Utiliza aplicaciones, tutoriales en línea o clases para guiar tu aprendizaje.